Nuevos hallazgos sobre la vida y obra de las Hermanas Cueto y Enríquez de Arana
Portada del libro sobre Las Cuetas, editado por el Excmo. Ayuntamiento de Montilla en el año 2000. |
Con la publicación de un libro-catálogo en el mes de
diciembre del pasado año, titulado María y Luciana de Cueto y Enríquez de
Arana, Las Cuetas donde todos los documentos encontrados hasta la fecha fueron
publicados, se culminó este proyecto donde también se recogió la obra
documentada y atribuida de estas artistas.
La incesante investigación en torno a la historia de nuestra ciudad, ha seguido dando sus frutos con la aparición de nuevos documentos, que nos dan a conocer la obra escultórica de estas mujeres (que han sido calificadas de aficionadas) alcanzando notoriedad en la escuela artística de nuestra ciudad durante el siglo XVIII.
La incesante investigación en torno a la historia de nuestra ciudad, ha seguido dando sus frutos con la aparición de nuevos documentos, que nos dan a conocer la obra escultórica de estas mujeres (que han sido calificadas de aficionadas) alcanzando notoriedad en la escuela artística de nuestra ciudad durante el siglo XVIII.
En las visitas realizadas a la biblioteca de Manuel Ruiz Luque, hemos podido consultar una Historia de Montilla manuscrita por D. Lucas Jurado y Aguilar, con fecha de 1763 y dividida en tres extensos tomos. Su autor, el Sr. Jurado y Aguilar, nace en Montilla en 1690, fue mayordomo y hermano mayor de la cofradía de Ntra. Sra. del Rosario de la Parroquial de Santiago Apóstol, cargo que ejerció desde 1725[1] hasta 1775, año en que fallece. Sus restos mortales descansan en paz en la cripta funeraria de dicha capilla junto con los de su esposa Dª María Castellano Castro y Luque (1686 – 1765). En la lápida de éste se puede leer: “INCIDIT INFO/ VEAM Q3 FECIT. 9m7/ Dn. LVCAS JVRADO Y AGVI/LAR. MAIORDº D ESTA Stª COFRA/Dª. HOMBRE PARA MVCHO Y PA/RA MVCHOS. MVRIO A CINCO DE/ OCTVBe. DE 1775 A LOS 86 Añs. R·I·P·A·”[2].
Sepulturas de Lucas Jurado y su esposa, María Castellano, cuyos restos reposan en la cripta de la capilla del Rosario de la Parroquia de Santiago |
Lucas Jurado hace reseña de María de Cueto (1691 – 1766) y su hermana Luciana (1694 – 1775) cuando ambas artistas todavía viven. De ellas referencia lo siguiente: Las Señoras Cuetas, son y han sido tan famosas en las dos Andalucias y aun tierras más remotas, por sus bellas y peregrinas esculturas, tan perfectas y agraciadas, que compiten con las mejores de Nápoles. Entrar en su oratorio es hacerlo en un retrato del Cielo. Se puede en mi concepto hazer viaje por admirar su grande Imaginería. Y entre las tres en comparar, del niño Dios sobre el mundo y la serpiente, del niño peregrino y del Salvador amarrado a la Columna. Que el martirio y relaxado dará mil gracias al cielo, al ver que unas mujeres de muy arreglada vida, saquen (quizá por esto) tan arregladas a su original las copias[4].
De las tres imágenes que nos habla Lucas Jurado, dos tenemos constancia de que se conservan en el Monasterio de Santa Ana (el Niño Dios sobre el Mundo y la Serpiente y el Niño Peregrino), junto con las demás que estaban en su oratorio como ya publicamos en dicho libro-catálogo, así que esta reseña nos confirma que la imaginería del oratorio de “Las Cuetas”, en su casa en la calle Don Gonzalo, fue trasladada a dicho monasterio tras la expulsión de la Compañía de Jesús de Montilla en 1767, ya que éstas mujeres habían legado en su testamento estas obras al templo jesuita de La Encarnación. La tercera imagen (el Salvador amarrado a la Columna) no tenemos constancia de su existencia, posiblemente esté desaparecida o sea de colección particular.
Otro gran erudito en el mundo del arte, Fernando García Gutiérrez, sacerdote jesuita, tuvo el honor de hacer el prólogo
del libro-catálogo publicado el pasado año. Desde su cátedra de la Real Academia
de Bellas Artes de Sevilla escribió dicho preámbulo comparando el arte de Las
Cuetas con la misma Luisa Roldán, conocida universalmente por “La Roldana”,
imaginera e hija del artista barroco sevillano Pedro Roldán. Del prólogo cabe
destacar las halagadoras palabras hacia Las Cuetas: El intimismo y lirismo de La Roldana es lo que encuentro en las obras
de Las Cuetas. Aparecen en ellas su fuerte personalidad femenina, que les da
una calidad delicada y profunda al mismo tiempo.
Prosiguiendo con la lectura del valioso manuscrito
que nos dejó este historiador montillano, también podemos leer en el capítulo que
describe la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol curiosos datos sobre la
fundación de la misma, pues el mayordomo de la Cofradía del Rosario conoció
personalmente el desmontaje del primitivo retablo mayor del templo, ocurrido en
1719, describiendo que detrás del mismo apareció una inscripción donde estaba
tallada la siguiente frase: “ACABOSE DE HAZER EN EL AÑO DE 1464”[5].
Es por ello que Jurado señale la fundación del templo, por lógica, diez años
antes de la fecha aparecida en el retablo, explicando que ya estaría terminada
la construcción del mismo. Estas fechas se acercan a las aparecidas en un
documento del Archivo de la Catedral de Córdoba, donde se conserva una carta
del Obispo de la Diócesis dirigida a la Iglesia
del Señor Santiago con fecha de 15 de julio de 1437[6].
Virgen de la Candelaria, 1740. Parroquia de Santiago, Montilla. |
Como podemos observar, estas artistas
montillanas conocían a los artistas de
la época, trabajando conjuntamente con ellos en proyectos de retablos,
realizando la imaginería de la cual estaba compuesta la obra. El pasado año ya
constatamos su amistad y relación profesional con Gaspar Lorenzo de los Cobos,
tallista sevillano afincado en Montilla que destacó en su obra retablística en
madera, de la cual se conserva gran parte en nuestra ciudad.
En la antigua capilla de El Nacimiento de la
Parroquial de Santiago Apóstol, Lucas Jurado nos dice: La cuarta es de Ntra. Sra. de Belén o del Nacimiento y propiamente de Jesús, María
y Joseph, desbastadas y encarnadas por Las Cuetas tan bellas y Peregrinas las
tres Imágenes santas que es menester violentarse para dejar de mirarlas[9]. Las tres obras se conservan en dicho
templo, aunque el primitivo retablo fue suprimido por el actual (de imaginería
valenciana de principios del Siglo XX). La antigua capilla fue fundada por el
Ldo. Francisco Rodríguez Valderrama, letrado de Cámara de los Exmos. Sres.
Marqueses de Priego y Regidor de sus Estados, que falleció en 1633, y sus
restos mortales descansan delante de la mesa de altar. La restauración llevada a cabo en el siglo
XVIII fue costeada por Juan Antonio Bustamante, que renovó el retablo e
imaginería del mismo[10],
llevando a buen fin dicho trabajo las hermanas Cueto.
Estas tres obras aparecen
en el libro-catálogo publicado el año pasado como atribuidas a estas artistas,
ahora podemos afirmar que su autoría gracias al historiador Jurado y
Aguilar. Tanto estas imágenes como las
anteriores, han recobrado un valor artístico y cultural para la obra
escultórica de Las Cuetas y para el patrimonio artístico de nuestra ciudad, a
la vez que el nombre de estas mujeres va apareciendo con cierta importancia y
regularidad durante el siglo XVIII montillano.
Si ese siglo es llamado en Historia por el Siglo de las Luces, estas insólitas paisanas son un buen ejemplo esclarecido para ilustrar la Montilla dieciochesca. En el ámbito histórico Lucas Jurado y Aguilar (historiador, militar y persona relevante de la ciudad), y en el artístico las hermanas María y Luciana de Cueto y Enríquez de Arana, mujeres que desde la evocación de este joven investigador buscan un hueco en el callejero de nuestra ciudad, a la que tanto arte dieron desde el pintoresco “Rincón de las Beatas” de la calle Alta y Baja, para ser recordadas como ilustres paisanas y como mujeres relevantes en la sociedad del siglo XVIII.
Niño Jesús "Buen Pastor". Convento de Santa Ana, Montilla. |
Si ese siglo es llamado en Historia por el Siglo de las Luces, estas insólitas paisanas son un buen ejemplo esclarecido para ilustrar la Montilla dieciochesca. En el ámbito histórico Lucas Jurado y Aguilar (historiador, militar y persona relevante de la ciudad), y en el artístico las hermanas María y Luciana de Cueto y Enríquez de Arana, mujeres que desde la evocación de este joven investigador buscan un hueco en el callejero de nuestra ciudad, a la que tanto arte dieron desde el pintoresco “Rincón de las Beatas” de la calle Alta y Baja, para ser recordadas como ilustres paisanas y como mujeres relevantes en la sociedad del siglo XVIII.
*Artículo publicado en la revista local Nuestro Ambiente, en septiembre de 2001.
FUENTES
[1] Archivo
de Protocolos Notariales de Montilla. Escribanía 2ª. Leg. 311, f. 262.
[2] Sus restos mortales descansan en la cripta
funeraria de la Capilla de Ntra. Sra. del Rosario, junto con su mujer y otros
tantos devotos y hermanos insignes de la cofradía.
[3] JIMÉNEZ
BARRANCO, A. L.: Las Cuetas,
Montilla, 2000.
[4]
JURADO Y AGUILAR, L.: Historia de
Montilla (ms), año 1763. Vol. II, f. 442 v.
[5] Ibíd., f. 450.
[6] AA.VV.: Montilla, aportaciones para su historia.
Lucena, 1982. En: NIETO CUMPLIDO, M.: Aproximación
a la historia de Montilla en los siglos XIV y XV, pág. 299.
[7] Ibíd., f. 450v.
[8] JIMÉNEZ
BARRANCO, A. L., Amarrado a la Columna...
400 años llevas. En la revista local Nuestro
Ambiente, págs. 14 y 15. Abril, 2001.
[9]
JURADO Y AGUILAR: op. cit.
[10] Archivo Parroquial de
Santiago de Montilla: Anuario de cultos
de esta Parroquia, (ms, siglo XVIII), s.n.
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