lunes, 21 de febrero de 2011

PEDRO FREILA DE GUEVARA Y SU OBRA EN MONTILLA. I. LA ANTIGUA VIRGEN DE LOS DOLORES.


Se acerca el tiempo de pasión, y en este periodo precuaresmal comprendido entre la Epifanía y la Ceniza vamos a dedicar nuestras páginas a algunos perfiles cofrades, como es el caso que presentamos, concerniente a varias noticias inéditas sobre la producción escultórica del célebre artista barroco Freila de Guevara, en nuestra ciudad. En esta ocasión publicaremos un contrato de ejecución de la hechura de una imagen de la Virgen Dolorosa para la cofradía de Jesús Nazareno.

Pedro Freila de Guevara

Antes de entrar en materia documental, vamos a esbozar la vida y principales trabajos conocidos del escultor, entallador y arquitecto Freila de Guevara. De su escasa bibliografía publicada, sabemos que Pedro nace Guadix hacia el año 1580, se traslada a Córdoba donde ya reside en 1606 trabajando como escultor. Uno de sus primeros trabajos documentados lo realiza para La Rambla al año siguiente, y se trata de la traza de un retablo para la ermita de San Sebastián, hoy desaparecido.

En 1612 contrae matrimonio con Beatriz de Obregón, que está emparentada con la influyente familia cordobesa Vaca de Alfaro, que le abre las puertas del ambiente artístico de la ciudad y la diócesis. En la capital cordobesa instala su productivo taller, de donde salen la mayor parte de las obras, tales como las seis esculturas de santos de la Orden Franciscana que talla para el cenobio de San Francisco en 1622, e igualmente las piezas del retablo mayor de la iglesia de Santiago dos años más tarde, y el más importante de sus trabajos, que será la hechura de la imaginería –ocho figuras de piedra– para el retablo mayor de la catedral de Córdoba en 1626. En la última etapa de su carrera artística construirá un curioso retablo para la iglesia de Ntra. Sra. del Carmen de carmelitas calzados, que estaba concebido para albergar un gran conjunto pictórico que ejecutaría a la postre Juan Valdés Leal.


Del mismo modo, tuvo gran número de encargos para la provincia, de los cuales vamos a citar los trabajos realizados para las poblaciones vecinas, como el caso de Luque, donde contrata la edificación de la torre de la iglesia parroquial y su retablo mayor en 1614, y una década más tarde también talla un Cristo crucificado. Asimismo trabaja en Baena, donde realiza la portada de cantería de la iglesia de Santa María en 1618; en Puente Genil, donde contrata un Cristo crucificado en 1622 y un cristo amarrado a la columna en 1635; para Aguilar concierta una imagen de una Verónica en 1626; y para Montemayor diseña y talla el retablo mayor de la iglesia parroquial, cuya tarea se inicia a partir de 1631.

La producción artística del –ya aprobado– maestro mayor de la ciudad y obispado de Córdoba, trasciende de los límites del antiguo reino y diócesis de Córdoba. Freila también trabaja en la ciudad de Écija, para donde concierta la construcción de cuatro retablos, en 1607 comienza la traza dos de ellos, uno para el convento de Santa Florentina, dedicado a San Juan Evangelista, y otro para la capilla mayor de la iglesia del convento de la Merced de la Calzada, que compone con el entallador Juan de Ortuño. Tres años más tarde firma la ejecución de un retablo-sagrario para el cenobio dominico del Espíritu Santo, y un año después repara un retablo del cabildo municipal dedicado a San Pedro. En 1618 realiza un relieve de Santa Elena para la parroquia mayor de Santa Cruz y para ese mismo templo concierta el alzado de otro retablo en 1632.

También tenemos constancia de su intervención en el retablo mayor de la iglesia del Real Monasterio de Guadalupe, en 1616, siguiendo las directrices del proyecto diseñado por Juan Gómez de Mora.

El contrato con la Cofradía Nazarena

De su obra en Montilla, tenemos constancia que firma de varios contratos para componer varias esculturas. En esta ocasión nos vamos a centrar en el encargo que recibe de Pedro de Luque Monturque, a la sazón hermano mayor oficial de la cofradía de Jesús Nazareno.

Si nos retrotraemos en el tiempo, hemos de recordar que la cofradía de los Nazarenos de Montilla contaba desde su fundación en 1590 con una imagen de “Nuestra Señora” que, como recogen sus Reglas Constitucionales aprobadas en 1598, cerraba la procesión del Viernes Santo. Parece que esta imagen no sería del agrado o no respondía a las necesidades devotas de los hermanos, cuando tres décadas después deciden reemplazarla por una nueva.

Haciendo lo propio, la cofradía encarga la nueva imagen a uno de los más prestigiosos artistas del momento, que el año anterior había trabajado al Marqués de Priego, en una  intervención arquitectónica sobre el palacio que el noble poseía en la finca cordobesa de El Campillo. Quizá sea éste uno de los motivos por los que Freila se hubiese trasladado a Montilla en alguna ocasión anterior.
 
Como hemos reseñado antes, Freila de Guevara comparece el 30 de octubre de 1623 en Montilla junto con el hermano mayor de los Nazarenos en la escribanía de Antonio Rodríguez Franco, donde el escultor “vecino de Córdoba estante en esta villa se obligó de hazer una imagen de Nuestra Señora para la cofradía de Jesús Nazareno”[1]. En la escritura se detallan con toda precisión las condiciones, requisitos y medidas que había de cumplir la nueva hechura, tales como el material “de madera de pino rostro e manos para vestida y encarnado rostro y manos y lo demás a de ser con su armadura de siete cuartas de alto y los brazos que tenga sus gonzes por los hombros y por los codos que pueda jugar bien para el paso que puedan llegar a los ojos las manos”. Lo que nos indica que tenía una altura aproximada de unos 146 cm. y que en esa temprana fecha ya se articulaban las imágenes para el trasunto del Sermón del Paso, efectuado en el llano de Palacio, y que diera origen a la posterior bendición de los campos.

 La imagen tenía un corto plazo entrega, apenas dos meses, como se especifica “la cual dará hecha y acabada el día de Pascua de Reyes de año venidero de mil y seiscientos y veinte y cuatro”. La forma de pago también se define en el contrato, cuya cuantía montaba “en precio de veinte ducados” de los cuales la mitad se pagó al cierre de la escritura y el resto a la entrega de la obra, que ocurriría en su taller de Córdoba, hasta donde se tendría que trasladar el hermano mayor Pedro de Luque a recoger la nueva efigie. En caso de incumplir alguna de las cláusulas el escultor, se haría cargo de todos los gastos adicionales.

La hermandad de "Nuestra Señora Madre de Jesús"

Aunque la efigie titular de la cofradía era Jesús Nazareno, a partir de la segunda mitad del siglo XVII la Virgen Dolorosa comenzó a gozar de gran veneración entre los hermanos y el vecindario. Por ello, sus devotos se organizan y constituyen en 1671 una  hermandad autónoma dentro de la cofradía, que titulan de “Nuestra Señora Madre de Jesús”, donde se comprometen a dedicar sus rezos y ejercicios espirituales ante dicha efigie. Poco tiempo después, en 1694, esta hermandad confirma su veneración ante escribano público donde registran los cultos a la Dolorosa, que eran celebrados en festividad mariana del Patrocinio de Nuestra Señora, el segundo domingo de noviembre, que por esos años ya manifestaban bajo esa advocación.

Hasta el siglo XIX no encontramos documentación con la actual denominación de Ntra. Sra. de los Dolores. Como es conocido, la cofradía de Jesús sustituye la antigua imagen cotitular de la Mater Dolorosa en 1941, cuyo nuevo rostro encarga al escultor montillano Manuel Garnelo Alda, hermano de la corporación nazarena que fallece ese mismo año.

NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA

[1] Archivo de Protocolos Notariales de Montilla. Nª 4ª. Leg. 627, fols. 557 –  558 v.

-       GARCÍA LEÓN, Gerardo: «El retablo de la Merced Calzada de Écija». En: Laboratorio de Arte (Sevilla), nº 19 (2006), pp. 143-171.
-       JIMÉNEZ BARRANCO, Antonio Luis: Establecimiento y Regla de la Cofradía y Hermandad de Jesús Nazareno y Santa Cruz de Jerusalén de Montilla. Montilla, 2008.
-       LORENZO MUÑOZ, Francisco de Borja: Historia de Montilla. MS., 1779.
-       RAYA RAYA, Mª Ángeles: Retablo Barroco Cordobés. Córdoba, 1987.
-       VALVERDE MADRID, José: «Pedro Freila de Guevara, un escultor barroco». En: Boletín de Bellas Artes (Sevilla), 2ª época, nº 5 (1977), pp. 169-200.