jueves, 4 de noviembre de 2010

LOS CINCO AÑOS DEL IMPRESOR MANUEL DE PAYVA EN MONTILLA*


1ª parte.- Documentos  para elaborar una biografía

 Situémonos en los primeros años del siglo XVII, en el ecuador del Siglo de Oro español. La sociedad montillana no es ajena a este auge cultural que en la villa cabecera del marquesado de Priego se lleva cultivando más de cinco décadas, gracias a la docencia implantada por la Compañía de Jesús. Con el paso del tiempo, emerge entre los vecinos el apego a la lectura, que origina una cierta demanda libros de estudio, consulta o entretenimiento, abastecida a través de las visitas itinerantes de libreros y mercaderes a la población, y de la constante publicación de obras sobre eventos extraordinarios –generalmente religiosos– acontecidos en Montilla, que se imprimen en Córdoba, Sevilla o Granada, principalmente.

Este fomento de la lectura hace que el inquieto escritor y editor Juan Bautista de Morales se decida a instalar un taller de imprenta en su pueblo natal. El proyecto lo fragua durante su estancia en Sevilla, donde se traslada para imprimir en el taller de Gabriel Ramos Bejarano su libro titulado Jornada de Africa del rey don Sebastian de Portugal. Durante la estampación de la obra, Bautista de Morales concierta con Ramos Bejarano la compra de la máquina y útiles tipográficos y, asimismo, el traslado hasta Montilla de Manuel Botello de Payva –o simplemente, de Payva– previo concierto laboral para dirigir el taller de la imprenta «como maestro y oficial», bajo contrato notarial que ambos firman el 10 de octubre de 1622[1]. En este acuerdo, de un año de duración, también se recogen varias cláusulas, entre ellas se especifica el sueldo de Payva «cincuenta reales cada mes», e igualmente recoge otras coberturas por parte de Juan Bautista tales como «la cama, comida, y bebida, y ropa limpia». Del mismo modo, Payva acepta trabajar todos los días hábiles y «si saliere fuera la dicha imprenta a imprimir algún libro u otra cosa a Sevilla y ir con ella donde quiera que fuere», norma que trasluce la movilidad de la misma para funcionar ocasionalmente en cualquier otra población más o menos cercana.

Firma autógrafa  de Manuel Botello de Payva
Los orígenes de Manuel Botello de Payva apenas son conocidos. Muy escasas son las noticias biográficas que hemos encontrado del impresor en la bibliografía nacional, que por el contrario, sí recoge la obra literaria salida de las prensas de su taller. Según el contrato notarial antes citado Manuel de Payva procede de Sevilla, aunque las resultas de nuestras indagaciones nos confirman sus orígenes portugueses. Hijo de Antonio Botello Barreto y de Isabel de Payva, nace en Lisboa, en la collación de San Nicolás[2], en un periodo en que el reino lusitano estaba regido por la Corona Española (1580 – 1640). Su migración a tierras andaluzas probablemente se deba a las actividades comerciales que los mercaderes portugueses controlaban en esta zona, especialmente en Sevilla que en esa época es puerto y puerta de las Indias.

Asentado ya en Montilla, contrae matrimonio en la Parroquia de Santiago con María de Herrera, natural de la villa y vecina de la calle Lorenzo Venegas, el martes 25 de julio de 1623[3], habiéndose amonestado tres días antes[4]. El nuevo matrimonio habita una casa y tienda en la calle Corredera, cercana a la plaza[5], donde, tras finalizar Payva su contrato con Bautista de Morales, abre una librería y emprende su propia andadura como impresor, adquiriendo para ello al mercader Pedro de Cea[6], vecino de Córdoba, una máquina y útiles de imprenta[7]. Igualmente retira de la tienda del mercader Francisco de Acosta una partida de productos y mercancías para su uso[8]. Pero pronto se ve truncado el proyecto comercial del matrimonio, ya que en abril del año siguiente cae enferma su esposa. La enfermedad apenas dura un mes, y María de Herrera fallece el 6 de mayo de 1624[9][10]. siendo sepultada en la capilla de las Ánimas de la Parroquial de Santiago. Durante los días de su agonía, la mujer otorga una serie de testamentos y codicilos que nos ofrecen una abundante y pormenorizada información sobre las inversiones que habían realizado en su corto tiempo de vida conyugal.

En las ocho escrituras que otorga, la esposa de Payva se contradice en sus últimas voluntades. En el segundo de sus testamentos, declara que algunas de éstas las ha dado en contra de su voluntad forzada por las partes interesadas, ya que no tiene descendencia directa[11].

Finalmente, María de Herrera nombra por herederos universales a sus hermanos y condiciona a Manuel de Payva a asumir las costas de las inversiones y gastos que han provocado la compra de la imprenta y demás material de la librería. Esto obliga a la familia Herrera a alcanzar una serie de acuerdos con el librero portugués y para lo que suscriben, a través de varias escrituras notariales, la entrega a éste de los bienes gananciales del matrimonio, no sin antes obligarse al pago de los débitos contraídos por el mismo[12]. Para ello tiene que conseguir las fianzas necesarias que garanticen a los albaceas testamentarios la liquidación de dichos bienes, avales que obtiene en las semanas siguientes a la lectura de las últimas voluntades gracias a varios mercaderes y artesanos avecindados en Montilla, todos ellos –como él– portugueses de origen. El día 10 de mayo lo avala el platero Gonzalo Gutiérrez, en la cantidad de 100 reales[13]. El día primero de junio recibe fianza de Francisco Álvarez en otros 100 reales[14], y de Francisco Gómez “mercader de especiería” en 50 reales más[15]. Al día siguiente le otorgan su fianza Antonio Enríquez Mezquita por la cuantía de 50 reales[16], y Jorge Rodríguez en otros 100 reales más[17]. En todas las escrituras Manuel de Payva hipoteca la imprenta como garantía de pago en el plazo de ocho meses.
Obra religiosa impresa por Payva en Montilla

El 8 de mayo de ese mismo año Manuel de Payva traslada la librería a un nuevo local, también situado en la calle Corredera[18]. Ya en 1625 inicia una nueva relación marital, esta vez con la también montillana María Muñoz de Aguilar, vecina de la calle Godoy, con la que se amonesta el 12 de octubre de 1625, para celebrar finalmente sus esponsales en las primeras semanas de 1626[19], año en que vuelve a cambiar de domicilio, ya que alquila una casa a Jerónimo Rodríguez, el 12 de junio[20].
En 1628 Manuel de Payva se encuentra ya establecido en la ciudad de Antequera, donde trabaja en su taller tipográfico y permanece avecindado hasta su fallecimiento en 1635[21]. Su marcha de Montilla a la ciudad malacitana, puede estar motivada por la escasez de encargos, además de la competencia del establecimiento de Bautista de Morales, o por la necesidad de imprenta en aquella población, donde tras una gran actividad editora durante el siglo XVI, en esos años no existe ningún taller en funcionamiento.

No obstante, existe un documento revelador que puede despejar las dudas existentes sobre la labor impresora en Montilla, y el motivo de la marcha de Payva a Antequera. Se trata de un Memorial que redacta el impresor Juan Serrano de Vargas –que regenta taller propio en Sevilla– para el Consejo General de Castilla en julio de 1625, donde da cuenta de los supuestos excesos y negligencias que llevan a cabo los libreros, impresores y mercaderes de libros en algunos lugares de España. Entre ellos, cita a las dos imprentas montillanas que funcionan por esos años: “En Montilla lugar de pocos vecinos y de quatro hombres de letras medianas ay dos impresores, que son fuente de mil inventivas y disparates que imprimen y cunden el Andaluzia, […] donde no los hubo jamás [los impresores], ni pueden sustentarse, y así quando uno quiere imprimir algo en ofensa o defensa, acude a estos, que ven el cielo abierto, […]”[22].

La última noticia documentada que hemos encontrado de Payva como vecino de Montilla, es la comparecencia ante el escribano Francisco Escudero el 10 de julio de 1627, en que se obliga a pagar cierta cantidad de dinero al mercader portugués Francisco Álvarez antes de la finalización de ese año, sin especificar la materia de la deuda contraída[23]

En la segunda parte de este trabajo, conoceremos la producción de ejemplares impresos por Botello de Payva, tanto en Montilla como en Osuna y Antequera. Publicaremos varios contratos de impresión de obras, que nos permitirán conocer los pormenores del proceso de estampación de un texto, desde su encargo hasta su entrega.

*Artículo publicado en: Nuestro Ambiente. Año XXXIII, nº 367 (Octubre, 2010), págs. 20-21.

 FUENTES

[1] APNM. Escribanía, 7ª. Legajo, 1185. f. 246. Esta escritura notarial la dimos por primera vez a la luz, en esta misma publicación, en Noviembre de 2005, en el artículo titulado Los primeros textos impresos en Montilla.
[2] Archivo Parroquial de Santiago de Montilla (APSM). Libro 2º (pequeño) de Desposorios, f. 304. En 1623 la madre Manuel de Payva aparece en los documentos sacramentales como difunta.
[3] APSM. Ibídem.
[4] APSM. Libro 2º de Amonestaciones, f. 36 v. María de Herrera es hija de Andrés Martínez y Florentina Ruiz, difuntos en 1623.
[5] APNM. Escribanía 5ª. Leg. 800, f. 363 v. “Manuel de Payva, librero vecino desta villa se obliga a pagar Antonio García cien reales del alquiler de una tienda en la Corredera… En Montilla, a 22 de agosto de 1623”.
[6] Durante este período existe un taller tipográfico en Córdoba regentado por Francisco de Cea Tesa, que heredan sus hijos Manuel y Salvador de Cea Tesa. Éste último imprime varias obras para Montilla, en fechas anteriores a la instalación de la imprenta en Montilla por Juan Bautista de Morales. No tenemos constancia documental del parentesco entre estos impresores y el mercader Pedro de Cea, todos avecindados en Córdoba.
[7] APNM. Escribanía 1ª. Leg. 48, f. 211. La noticia de la compra de la imprenta la da María de Herrera en el segundo de sus tres testamentos, en cuya cláusula dice: “mando se paguen a Pedro de Cea mercader vecino de la ciudad de Córdoba 680 reales de una imprenta que compró el dicho mi marido”.
[8] APNM. Escribanía 5ª. Leg. 800, f. 717. “Manuel de Payva librero… me obligo de dar e pagar a Francisco de Acosta mercader vecino desta villa… en cualquier manera 364 reales de la moneda usual que reconozco deber del precio y valor de siete varas y media de paño negro Piedrajera a 32 reales cada una vara y de tres varas y media de tafetán pardo a ocho reales la vara y de unas medias de seda rosadas en 54 reales y de otras mercaderías que saqué de su tienda… En Montilla, a 24 de septiembre de 1623”.
[9] APSM. Libro nº 12 de testamentarías, f. 53 v.
[10] APNM. Escribanía 5ª. Leg. 802, f. 261 v. María de Herrera otorga su primer testamento el 4 de abril de 1624. Ese mismo día lo amplía otorgando dos codicilos y al siguiente dispone otros dos más. El día 27 de ese mes otorga un quinto codicilo, después revoca todas las escrituras con un nuevo testamento.
[11] Op. cit. Escribanía 1ª. Leg. 48, f. 211.
[12] APNM. Escribanía 5ª. Leg. 802, f. 275. “[…] Juan Martínez de Herrera, Beatriz Martínez, Catalina de Aguilar, Ana María, Isabel Martínez, […] nosotros somos herederos de María de Herrera difunta nuestra hermana mujer que fue de Manuel de Payva librero, nombrados por testamento […] nos referimos porque el dicho Manuel de Payva pretende tener algún derecho a los bienes y hacienda que dejó la dicha su mujer y por ello ahora estamos convenidos e concertados con el dicho Manuel de Payva que está presente de darle y dejarle y por la presente como tales herederos que somos […] le damos e dejamos la imprenta que el susodicho tiene con lo a ella tocante y perteneciente y más seis resmas de papel blanco de Córdoba y los libros y demás cosas que hay en la tienda que tiene en la Corredera desta villa y un colchón con lana y una almohada y un paño y sábana y una solera para que todos dichos bienes sean suyos e propios […] con tal condición que a de pagar por ello unos mil y ciento y cincuenta reales, los seiscientos ochenta reales de ellos a Pedro de Cea vecino de Córdoba y otros trescientos reales a Francisco de Acosta mercader […] y los doscientos y setenta reales que restan para la dicha cantidad nos a de dar y pagar dentro de un mes primero siguiente… y yo el dicho Manuel de Payva otorgo que acepto esta escritura y recibo en mi favor con ella se contiene y recibo la dicha imprenta libros y papel y lo demás que contiene esta escritura [...] En Montilla, en 6 días de mayo de 1624.” Véase ítem: Leg. 802, f. 491.
[13] APNM. Escribanía 5ª. Leg. 802, f. 280.
[14] Op. cit. f. 492.
[15] Ibídem. f. 490.
[16] Ibídem. f. 493.
[17] Ibídem. f. 494.
[18] APNM. Escribanía 5ª. Leg. 802, f. 277. Manuel de Payva alquila una tienda a Francisco López Hidalgo portugués, por once ducados, en la Corredera linde con casas de Pedro de Mesa y de la tienda de la viuda de Gaspar de Ayllón, por tiempo de un año que comenzará a contar desde el día de San Juan… En Montilla el 8 de mayo de 1624.
[19] APSM. Libro 2º de Amonestaciones, f. 102 v. No hemos hallado el acta de su matrimonio, debido a la falta del libro de los desposorios de 1626, aunque si hemos localizado la escritura de Dote y Arras en este año, ante el oficio de Luis Fernández, escribanía 6ª.
[20] APNM. Escribanía 5ª. Leg. 806, f. 492.
[21] ESCALANTE JIMÉNEZ, José: Los orígenes de la imprenta en Antequera. Véase: www.joseescalante.es/Publicaciones/Artículos/Reseñas
[22] Biblioteca Nacional de España. MS. 19704-7. “Memorial dado por Joan Serrano de Bargas, Maestro impresor de libros en Sevilla en Julio de 1625 sobre los excesos materia de libros.” Este manuscrito fue trascrito por Jesús Domínguez Bordona en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos. 3ª Época. Año XXX, 1926, pp. 224-227.
[23] APNM. Escribanía 1ª. Leg. 51, f. 306.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.