jueves, 16 de junio de 2011

UN NUEVO DOCUMENTO AVILISTA. EL ACTA NOTARIAL DE LA ENTREGA DE UNA RELIQUIA ÓSEA DEL MAESTRO DE SANTOS PARA ALMODÓVAR DEL CAMPO, EN 1637.


Son días de fervor avilista en Montilla, que vive el retorno de varias de las reliquias del Patrono del Clero Secular extraídas de su sepulcro en 1894, con motivo del examen forense que se llevó a cabo de sus restos, en cumplimiento de la normativa para el proceso de beatificación. Por ello, no queremos dejar pasar la ocasión para hacer público íntegramente un documento inédito hasta la fecha, relativo a la apertura oficial de la urna del –entonces– Venerable Maestro Juan de Ávila, para extraer una reliquia ósea con destino a su tierra natal, Almodóvar del Campo.

Antiguo Sepulcro del Maestro Juan de Ávila
Tras su muerte, el 10 de mayo de 1569, la casa y sepulcro de Padre Ávila eran visitados por multitud de devotos, que anhelantes de conseguir un recuerdo o reliquia suya solicitaban alguno los escasos bienes que legó al clérigo Juan de Villarás, su heredero universal. Entre estos peregrinos, en 1606 visita Montilla el Arcediano de Carmona, Mateo Vázquez de Leca, que dona una importante suma económica para aderezar un mausoleo digno del Apóstol de Andalucía. Dos años después, concluida la obra en jaspe y mármol, hubo que descubrir la primitiva ubicación de la sepultura del Maestro Ávila, para ajustar el monumento fúnebre en el lado del Evangelio de la capilla mayor de la iglesia de la Encarnación, cuyos restos son posteriormente traslados a la nueva urna. Durante este proceso, varios testigos e historiadores afirman la sustracción de algunas reliquias (no óseas), a pesar de la negativa del Rector del Colegio[1].

Entre 1623 y 1628, se realiza el proceso informativo para la beatificación del Maestro Ávila a iniciativa de la Congregación de Sacerdotes naturales de Madrid. En esa época las obras y biografía de Juan de Ávila corren impresas en varios idiomas por toda Europa, y su fama de santidad es imparable[2].

Conocedores de su espiritualidad, los compatriotas del Maestro Ávila aspiraban a poseer una reliquia de su ilustre y venerable vecino en la población que le vio nacer. Para conseguir tal objetivo, iniciaron los trámites ante las instituciones, y una vez reunidos todos los permisos, nombraron emisario de aquellas diligencias a su paisano, y sobrino del Maestro Ávila, el padre trinitario Fr. Miguel de los Ángeles, que llegaba a Montilla en febrero de 1637 con todas las autorizaciones pertinentes para obtener una preciada reliquia destinada a Almodóvar del Campo[3].

Entre la documentación aportada, hizo presente los poderes notariales otorgados en su favor unos días antes por los cabildos civiles y eclesiásticos de la población del Campo de Calatrava, las licencias dadas por el Padre General de la Compañía, Mutio Vitelleschi, y la autorización de la Marquesa de Priego, Juana Enríquez de Rivera y Girón, esposa y apoderada del quinto Marqués, Alonso Fernández de Córdoba, el Mudo.

La apertura del sepulcro se efectuó el día 20 de febrero de dicho año. Tras acreditar los documentos suscritos, además de fray Miguel de los Ángeles, se hallaban presentes en la capilla mayor de la antigua iglesia de la Encarnación, el Provincial de Andalucía, Juan de Casarrubios, el Rector del Colegio montillano, Bernardo de Ocaña[4], los jesuitas José de Montemayor y Martín de Roa[5], y el escribano público de la ciudad, Francisco Escudero Villaseñor y Figueroa.
Este último levanta acta notarial de la apertura del mausoleo “habiendo quitado las piedras de jaspe y descubierto el dicho sepulcro”, y describe como ocurrió la extracción de “un hueso largo que se dijo y parecía ser de canilla de brazo pierna o muslo”, narrando igualmente la cesión del mismo, que “con veneración lo entregó a el dicho Padre fray Miguel de los Ángeles el cual lo recibió y dijo que recibía por reliquia del cuerpo del dicho venerable Padre maestro Juan de Ávila para llevarlo a la dicha villa de Almodóvar del Campo”.

Tras la entrega, el escribano certifica el cierre del sepulcro y declara la asistencia de los religiosos citados, que rubricaron –de su puño y letra– el acta del proceso de  exhumación del hueso extraído. Al día siguiente, el trinitario manchego solicitaba una copia del oficio notarial, que autenticara la procedencia de la reliquia en su destino final, Almodóvar del Campo.
 
Autógrafos de los testigos que presenciaron la apertura del Sepulcro de San Juan de Ávila, entre los que aparece el historiador jesuita Martín de Roa


Dada la relevancia que viene recobrando la vida y obra de San Juan de Ávila, con motivo del próximo nombramiento de Doctor de la Iglesia Católica, y la importancia que ello implica sobre cualquier nuevo testimonio documental que aún no se haya publicado, como es el caso de esta escritura, consideramos oportuno transcribir íntegramente este Acta Notarial, que, sin duda, aportará luz a los incesantes estudios avilistas que se llevan a cabo para conocer más y mejor al Maestro de Santos.

“TESTIMONIO DE LAS RELIQUIAS DEL VENERABLE P. JUAN DE ÁVILA. Francisco Escudero Villaseñor y Figueroa escribano del Rey nuestro Señor público del número de esta ciudad de Montilla doy fe que hoy día de la fecha de éste estando en la capilla mayor de la iglesia del colegio de la Compañía de Jesús de esta ciudad el Padre Bernardo de Ocaña rector de este dicho colegio dijo que el Padre Juan de Casarrubios Provincial de la misma Compañía de Jesús en esta provincia del Andalucía que de presente está en este colegio le a dado orden en virtud de la que a tenido de Roma del Padre General de la misma Compañía de Jesús y asimismo a intervenido la licencia y permisión de la Excma. Sª marquesa de Priego duquesa de Feria gobernadora de estos estados, para abrir el sepulcro donde está el cuerpo del venerable Padre maestro Juan de Ávila de gloriosa memoria y sacar una reliquia de su cuerpo y entregarlo al Padre fray Miguel de los Ángeles religioso descalzo de la Santísima Trinidad que está presente, su deudo que dijo ser, para llevarla a la villa de Almodóvar del Campo de donde fue natural el dicho venerable Padre maestro Ávila en virtud de los poderes que para ello a traído de los cabildos eclesiástico y seglar de la dicha villa que parece le otorgaron ante Eugenio de Heredia escribano público de ella en veinte y nueve y en treinta días de enero pasado de este año en cuya virtud y para el dicho efecto el dicho Padre rector hizo abrir un sepulcro que está en la dicha capilla mayor de esta iglesia donde dijo  y es cosa notoria se dice /f. 49r está el cuerpo del dicho venerable Padre maestro Juan de Ávila de gloriosa memoria y habiendo quitado las piedras de jaspe y descubierto el dicho sepulcro el dicho Padre rector sacó de él un hueso largo que se dijo y parecía ser de canilla de brazo pierna o muslo y con veneración lo entregó a el dicho Padre fray Miguel de los Ángeles el cual lo recibió y dijo que recibía por reliquia del cuerpo del dicho venerable Padre maestro Juan de Ávila para llevarlo a la dicha villa de Almodóvar del Campo en virtud de los poderes y licencias que para ello a traído y se le han dado para tener en la dicha villa la dicha reliquia con la veneración y decencia de tal y así quedó entregado en ella y se volvió a cerrar el dicho sepulcro a que se hallaron presentes los padre Martín de Roa y Joseph de Montemayor religiosos de la misma Compañía que aquí firmaron con el dicho Padre rector de cuyo pedimiento y de el dicho fray Miguel de los Ángeles según se ha nombrado que aquí firmó que han asistido a todo lo referido conmigo el escribano di el presente en Montilla en veinte días del mes de febrero del año de mil y seiscientos y treinta y siete.
Bernardo de Ocaña, Martín de Roa, Joseph de Montemayor, Fr. Miguel de los Ángeles, Francisco Escudero escribano público, [rúbricas]. /f. 49v

[Nota marginal que aparece en el folio 49 r]: En veinte y uno días del dicho mes e año saqué traslado de este testimonio en pliego del quinto sello para entregarlo a el dicho padre fr. Miguel de los Ángeles y de ello doy fe. Francisco Escudero escribano público [rúbrica].
[Nota del transcriptor: Oficio escrito en papel oficial sellado con escudo real y leyenda impresa en tipografía gótica, que dice]: PHILIPO IIII, el Grande, Rey de las Españas. Año XV de su Reynado. Sello Quarto. X mrs. para el año de MDCXXXVII.”[6]

FUENTES

[1] GIMÉNEZ FERNÁNDEZ, Antonio (S.J.): El sepulcro y el cuerpo de San Juan de Ávila, pp. 26 – 29. Montilla, 1986.
[2] Proceso de Beatificación del Maestro Juan de Ávila. BAC Maior. Madrid, 2006.
[3] GIMÉNEZ, op. cit., pp. 35 – 36. Este autor toma la noticia de la apertura de 1637 de la Historia Montuliense de fray Francisco de la Asunción, manuscrito fechado en 1740.
[4] El jesuita Bernardo de Ocaña fue rector del Colegio de Montilla entre 1635 y 1639.
[5] Hemos de recordar que el jesuita Martín de Roa, escritor e historiador cordobés, había ingresado en la Compañía de Jesús el 11 de noviembre de 1577 en el Colegio de Montilla, donde realiza sus estudios de novicio y permanece hasta el 15 de noviembre de 1579, fecha en que recibe los votos. Tras una brillante trayectoria profesional, erudita y literaria, se retira a la residencia montillana y fallece el 5 de abril de 1637, a los 76 años de edad, y apenas unos días después de presenciar y rubricar la apertura del sepulcro del Maestro Ávila.
[6] Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Montilla. Escribanía 1ª, Leg. 61, fols. 49 y vuelto.

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