miércoles, 11 de julio de 2018

JOSÉ SALAS Y VACA, UN PRECURSOR DE LA NEUROPSIQUIATRÍA ESPAÑOLA

El Excmo. Sr. D. José Salas y Vaca, con uniforme diplomático
de Gentihombre de Cámara de Alfonso XIII

Siempre se ha dicho que Montilla es una ciudad que aportó grandes personajes a la Historia. No en vano, en el Siglo de Oro hispánico resuenan nombres universalmente conocidos que gracias a la trascendencia de sus hechos hoy forman parte de su galería de patricios ilustres: el Gran Capitán, San Juan de Ávila, el Inca Garcilaso o el mismo San Francisco Solano, cuyas fiestas patronales ahora celebramos.

Al igual que en los albores de la modernidad, tres siglos después Montilla volverá a sumar sus mejores hijos a la vida política, militar, social y cultural de la nación española con la llegada del Régimen Liberal. Una emergente edad de plata que estará protagonizada por apellidos como Alvear, Ruiz-Lorenzo, Núñez de Prado, Jiménez-Castellanos, Aguilar-Tablada, Garnelo Alda o Ruiz de Salas entre otros, cuyas meritorias biografías se vienen recuperando en la actualidad por parte de la comunidad científica.

Tal es el caso del montillano José Salas y Vaca (1877-1933) cuya vida y obra ha sido objeto de una tesis doctoral en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Su autora, Ruth Candela Ramírez, proyecta un perfil biográfico y profesional de largo alcance profundizando en la extraordinaria labor que José Salas desempeñó en los inicios de la neuropsiquiatría española, durante el primer tercio del siglo XX.

Esta nueva investigación lo considera como uno de los grandes reformadores de las instituciones públicas de salud mental de su tiempo, así como un innovador en la metodología seguida en el tratamiento a los enfermos; una inquietud que el doctor Salas dejó plasmada en más de una decena de publicaciones, numerosos artículos en revistas científicas, y en los foros académicos y universitarios que participó.

Doctorado en Medicina por la Universidad Central de Madrid antes de cumplir los veinticuatro años, en 1901 inicia su andadura laboral en el Real Hospital del Buen Suceso y dos años después ingresa por oposición en el Cuerpo de Beneficencia General. En 1911 es nombrado Jefe Facultativo del Manicomio Nacional de Leganés, cargo que ocupará hasta su jubilación en 1929, cuya institución será la principal receptora de sus progresos. Igualmente, formó parte del Cuerpo de Médicos de Baños, de la Sociedad Española de Higiene, del Instituto de Medicina Social y de las Reales Academias de Cádiz y Córdoba.

Dada su vocación sociopolítica participó en la dictadura de Miguel Primo de Rivera, siendo nombrado Gobernador Civil de las provincias de Albacete, Cádiz y Huelva. A lo largo de su vida recibió las distinciones de Gentilhombre de Cámara de Alfonso XIII (1912), la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia (1921), Hijo Predilecto de Montilla (1925), y Comendador de la Orden Civil de Alfonso XII (1927).

En 1930 se jubila por enfermedad, pasando sus últimos años entre Montilla y la capital cordobesa, en la que muere a finales de 1933 a los cincuenta y seis años. Sus cenizas las guarda la misma tierra que le vio nacer. Sin duda, José Salas y Vaca es parte esencial de esa edad de plata montillana que la ciudad debe recuperar para la memoria de las generaciones presentes y futuras.